Rama-Raíz. Acompañando desde el Alma.





Acompañar a otras personas en su proceso de retorno a la salud, al equilibrio natural, ha sido para mí, y sigue siendo hoy día, una forma de retornar yo mismo a la raíz, al encuentro con la paz y a la vida sencilla. Siempre que alguien aparece pidiendo ayuda, ya sea por un dolor de espalda, ciáticas, lumbalgias, estados de ansiedad, esclerosis, fibromialgias, infarto cerebral, parkinson, depresión (entre otras dolencias que hoy estamos acompañando en nuestra sala de Ciudad Jardín) sabemos que se nos presenta una hermosa oportunidad de sanar juntos, y de hecho es lo que estamos haciendo en la sala, sanar todas juntas compartiendo la práctica del Yoga, la meditación, el masaje y la orientación hacia la paz interna.

Éstas son nuestras cuatro prácticas, y lo que ofrecemos tanto en las clases como en las sesiones de terapia individual:



YOGA: A través del Yoga, la conciencia corporal, la respiración y el movimiento conscientes equilibramos nuestro sistema cuerpo-mente y de este modo nos alineamos nuestro verdadero ser, con nuestras forma natural de ser, y conectamos los deseos de nuestro corazón con la sabiduría infinita que reside en nuestro interior. Nos interesa sobre todo llevar el Yoga a nuestras vidas, más allá de la sala, crear un estado de inspiración y alerta, de atención y relajación que nos acompañe en todo momento.



MEDITACIÓN: En sí, la práctica del Yoga es una meditación en movimiento. Nos prepara para la meditar en la vida, pues la vida es dinámica, y requiere que seamos capaces de estar centradas y relajadas en medio del ajetreo y las prisas del mundo. No obstante siempre dedicamos dos breves momentos a meditar sentados, al comienzo y al final de la clase, interiorizar los sentidos unos minutos, entrar dentro de nosotras mismas unos instantes, no para aislarnos del mundo, sino precisamente para no perdernos en el mundo, ni en la práctica en clase, ni después que ésta termina, para que siempre parte de nuestra atención esté en nosotros, en nuestro interior, y permitir que la luz en nuestro interior guíe nuestro camino.



MASAJE: El Yoga en sí nos sirve como forma de automasaje y es sin duda una forma de aliviar el propio dolor y no depender de los terapeutas manuales, pero evidentemente a nadie le amarga un dulce y es delicioso recibir y dar masajes, y una buena oportunidad de percibirnos a nosotros mismos dando y recibiendo, lo cual puede ser una gran fuente de aprendizaje. Practicar Yoga en grupo tiene la ventaja de que nos podemos ayudar unas a otras a aliviar las tensiones, llegar con las manos a esos puntos de dolor donde no puedes acceder por ti misma con tus propias manos. Aprendemos a pedir, a orientar al otro como queremos recibir el masaje, con más o menos presión, aquí o allá y a prendemos a dar sin sufrir, a posicionarnos bien a compensar bien nuestro cuerpo mientras damos el masaje, y a medir nuestras fuerzas y hasta donde queremos dar y en qué medida. A veces también utilizo el masaje las sesiones individuales de terapia, cuando las persona vienen en crisis dolorosas y no pueden salir ellas mismas su dolor.



ORIENTACIÓN HACIA LA PAZ: Las prácticas anteriores nos ayudan a conectar con la paz que reside en nuestro interior. La mente se aquieta, el cuerpo se relaja y es más fácil conectar con el silencio y el vacío que sostienen todo. Desde este silencio, ese vacío y esa paz puede ordenarse nuestra vida de forma armoniosa, se puede permitir que nuestra sabiduría interna nos guíe y nos oriente. Una vez que hallamos la paz en el momento presente, podemos reconocer la realidad y amarla, tal como es, y abrirnos a un mundo de posibles soluciones armoniosas para nuestros conflictos, dentro y fuera de nosotros. En clase siempre animo, una vez hemos practicado y nuestra mente y nuestro cuerpo están mejor alineados, a buscar esa paz y a vivir desde ahí, responder desde ahí a los retos que nos plantea la vida, emprender cualquier acción desde ahí, reorientarnos constantemente hacia la paz y tomar cada decisión, desde ahí, más bien que cada acción sea inspirada por, desde la paz. En el acompañamiento individual es más fácil penetrar en los conflictos y necesidades de cada persona en profundidad y de forma más exhaustiva y es la forma principal desde la que trabajamos.

Desde Rama-Raíz os animamos a venir y a probar de forma gratuita nuestras clases grupales y nuestros talleres, y a solicitar acompañamiento individual si lo necesitas.

Puedes consultar nuestros Horarios de las clases de Yoga y sesiones individuales : AQUÍ.




Om Paz


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