El sueño axárquico



El cielo azul revienta de luz, sopla un ponientito moderado, una brisa amable que acaricia y alivia el lengüetazo de fuego que el sol prodiga. El joven huerto, trasiego de hormigas, abejas zumbonas, las cañas que sustentan verdes tomates, la tierra aún humedad, el ritmo monótono de la gota vivificadora en el surco preciso. Es el germen de la vida que se abre paso sin preguntar. Una semilla que rompe la tierra sedienta de luz y aire. Amar la vida es vivir sin preguntar. La vida no se cuestiona, la vida se vive, sin más. El cielo es azul, la hierba es verde y el aire invisible se deja ver meciendo los árboles. Silencio. Y en el silencio los trinos de los jilgueros madrugadores. Un coche, como una exhalación, ronronea por el carril polvoriento. Se pierde, a lo lejos, se ha ido.
El aire entra y el aire sale. Alguien observa el vaivén de su respiración. Tal y como entra, tal y como sale. Suspendido en el tiempo, vigilante tranquilo de su nada, aprendiendo a vivir sin condiciones, sin cuestiones, centrado en el centro de ninguna parte, sombra o reflejo, sueño o espectro, luz titilante, corazón abierto.
La vida es sueño. Una ilusión. Pero qué hermoso vivir soñando, soñar con esta luz, con esta hierba, con este huerto recién nacido, qué hermoso soñar con semillas que brotan, llenas de vida y de sueño, de luz y de verde, de tierra y de fuego.
QUE TODOS LOS SERES SEAN FELICES
TODOS LOS SERES ALCANCEN LA PAZ
LUZ EN LA MENTE
PAZ EN EL ALMA
OM SHANTI

Comentarios

Entradas populares